Durante la intervención fueron destruidas dos parcelas que totalizaban cinco hectáreas de marihuana en etapa de crecimiento, además de 800 kilogramos de marihuana picada ya acopiada, junto con un campamento precario utilizado por los responsables para el procesamiento y resguardo de la carga ilícita.
Se estima que las cinco hectáreas erradicadas representan aproximadamente *15.000 kilos de marihuana*, cuyo valor en el mercado regional ronda los *400.000 dólares estadounidenses*, monto que representa un significativo lucro cesante para las organizaciones criminales que operan en la zona y abastecen principalmente a estructuras del crimen organizado en el Brasil.
Este procedimiento forma parte de las acciones sistemáticas desplegadas desde las oficinas regionales de la SENAD en zonas fronterizas, que refuerzan la vigilancia y la respuesta operativa para neutralizar focos de producción y tráfico de drogas en el país.